Nuestro proyecto, se apoya en la creencia de que, la Educación Infantil es una etapa fundamental en el desarrollo de la personalidad, ya que se consolidan las habilidades y destrezas que van a estar en la base de todos los aprendizajes posteriores. Por ello, y dada la importancia de esta etapa, ofrecemos una educación integral a nuestros alumnos, con el añadido de hacerlo además en lengua inglesa, conscientes de que el bilingüismo tiene efectos positivos en la inteligencia y en otros aspectos de la vida del niño.
Nuestra misión es organizar y proporcionar contextos y situaciones de aprendizaje, experiencias, espacios, materiales y ambientes que configuren un medio óptimo para que el desarrollo infantil se vea potenciado mediante procesos de aprendizaje y socialización adecuadamente orientados y programados.
En nuestro centro de educación infantil, junto con la familia, pretendemos hacer posible una infancia de múltiples relaciones y oportunidades, facilitando la construcción de la propia identidad, potenciando y estimulando diferentes modos de relación e identidad en términos de pluralidad, basándonos siempre en el respeto a todos y en el reconocimiento de las diferencias y la multiplicidad.
Además, entendemos nuestro centro como escenario privilegiado de enseñanza y aprendizaje de la lengua inglesa. Ofrecemos, para ello, un espacio de vivencias y recreación cultural, ya que valoramos la educación bilingüe como fuente de cultura transformada en conocimientos y saberes que posibilitan y potencian el desarrollo de habilidades para pensar e interpretar el mundo, para expresarse, para convivir y para ser persona.
Facilitamos el que los niños y niñas de esta etapa conozcan progresivamente la realidad de otra lengua en la que con seguridad se va a desenvolver su vida profesional. Por último, nuestro centro proporciona herramientas y recursos para la exploración y la resolución de problemas, facilita la adquisición de aprendizajes funcionales y significativos, y contribuye a que los niños y niñas hasta los 3 años se apropien de los procedimientos de regulación de la propia actividad, esto es, que progresivamente “aprendan a aprender”.
Uno de los aspectos más característicos de esta etapa es la diversidad y cantidad de cambios que se producen en la personalidad infantil en un corto espacio de tiempo. El desarrollo de la persona se plantea como un largo camino que va desde la dependencia más absoluta a la vivencia independiente y autónoma de sí mismo; de la indiferenciación y confusión con los otros a la construcción de la propia identidad.
Entre los múltiples logros que niñas y niños consiguen a lo largo de esta etapa, cabe señalar como especialmente significativos, la capacidad para relacionarse con otras personas en diferentes formas de comunicación, la función simbólica, los logros relacionados con las competencias psicomotrices, la capacidad para satisfacer de modo cada vez más autónomo sus necesidades básicas, así como la aparición y diversificación de sentimientos y emociones, la regulación progresiva de la propia conducta y la integración progresiva como miembro activo en los sistemas sociales de su entorno.